Fugas estructurales

Las fugas en las redes de abastecimiento sirven como una indicación del grado de obsolescencia de la red y de la calidad de la explotación de las mismas. En este sentido se ha detectado a nivel europeo una inversión insuficiente en el mantenimiento y la renovación de las redes (ver informe especial nº12/2017 del Tribunal de Cuentas Europeo, de 5 de julio de 2017). Por otro lado, la mejora de la eficiencia de las infraestructuras hidráulicas puede ayudar a reducir el nivel de presión de extracción sobre nuestras masas de agua superficiales y subterráneas especialmente en situaciones de escasez.

Por estos motivos la Directiva 2020/2184, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, y su tranposición al ordenamiento jurídico español mediante el Real Decreto 3/2023, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro, ha establecido una serie de obligaciones en la cuantificación de las fugas estructurales y en la toma de medidas preventivas y correctoras necesaria para reducir las fugas evitables.