El despertar climático de los jóvenes europeos: “Queremos un futuro”

Febrero 2019

Sus detractores les acusan de estar manipulados, de utilizar el clima como excusa para perder clase, o simplemente, de ser demasiado jóvenes e ingenuos como para abordar temas tan complejos. Los llamados Jóvenes por el clima (Youth For Climate), el movimiento que ha sacado a las calles de media Europa a decenas de miles de alumnos de institutos y universidades, para pedir medidas contra el cambio climático, nacieron al calor de los discursos de la joven activista sueca Greta Thunberg, pero la contestación ha echado raíces y contradice a los que le auguraban una vida efímera.

Thunberg, de 16 años, mirada de hielo y verbo incendiario, lleva 25 viernes consecutivos haciendo huelga para atraer la atención sobre el deterioro del planeta. Y fue capaz de decir a los políticos presentes en la cumbre del clima, organizada por la ONU en Katowice el pasado diciembre, frases como esta: "En 2078 celebraré mi 75º cumpleaños. Si tengo hijos, quizá pasen ese día conmigo. Quizá me pregunten por vosotros, sobre por qué no hicisteis nada cuando todavía había tiempo para actuar. Decís que amáis a vuestros hijos sobre todas las cosas, y sin embargo les estáis robando el futuro ante sus propios ojos". Thunberg ha sido la inspiración y las redes sociales el medio para su expansión por el continente. 

En Bélgica, Holanda, Alemania o Irlanda los estudiantes de secundaria y bachillerato han tomado nota. El 15 de marzo han convocado una huelga estudiantil internacional para reivindicar mayor acción política contra el cambio climático. 

En el caso de Bélgica, el movimiento por el clima ha alcanzado cotas impensables hace poco más de un mes. Los pupitres belgas suman seis jueves seguidos vaciándose en una serie de manifestaciones nunca antes vistas, ni por la temática, ni por la edad temprana de sus promotores, la mayoría sin derecho a voto o a conducir. Estas movilizaciones han llevado a que 3.400 científicos belgas hayan firmado una carta abierta pidiendo al Gobierno medidas urgentes. O a que la ministra flamenca de Medio Ambiente haya dimitido tras reconocer que mintió al decir que los servicios de seguridad le habían informado de que los alumnos estaban manipulados. O a que un grupo de constitucionalistas y expertos en derecho hayan preparado una nueva ley climática, más ambiciosa, que tiene opciones de ser votada en el Parlamento. En la última manifestación en Bruselas, los universitarios se han unido a los estudiantes de los institutos. 

En nuestro país, Girona, Barcelona y Madrid están siendo las primeras ciudades españolas en contagiarse del movimiento internacional 'Youth For Climate' en entornos universitarios. Así lo han manifestado a EFEverde portavoces de esta “ola de cambio verde” que en España germinó el viernes 18 de enero en Girona con una sentada simbólica de tres estudiantes ante dependencias de la Generalitat. En la ciudad condal, las acciones por el clima comienzan el 22 de febrero a las 16:30 horas delante de la Plaza del Ayuntamiento, mientras que en Madrid se darán cita frente al Congreso de los Diputados a partir del 1 de marzo a las 12:30 horas. Los movimientos se organizan a través de las cuentas de Twitter Fridays for Future Barcelona y Fridays for Future Madrid.

La plataforma Juventud por el Clima, a través de sus perfiles en redes sociales, busca ejercer de “paraguas” que aglutine los intereses de los diferentes colectivos que han emergido también en Asturias, Cádiz, Alicante o Valencia. La idea es tejer una red de apoyo en toda España que permita una organización común de cara al próximo 15 de marzo, fecha de la convocatoria de huelga estudiantil a nivel internacional.

Información y Fuente:  

Vídeo de la intervención de la activista sueca Greta Thunberg en la cumbre del clima de la ONU en Katowice

Vídeo "Hemos empezado a limpiar vuestro desastre" (Thunberg en Bruselas ante el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker)

EFE VERDE. Los jóvenes españoles se suman al movimiento internacional por el clima

El País. Cambio climático