El irresistible encanto de los grupos de ecoconsumo

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Enero 2015

Se les conoce con denominaciones diversas: “grupos de consumo agroecológico”, “grupos de ecoconsumo”, "grupos de consumo responsable" o, más sencillo y directo, “grupos de consumo”; pero la idea básica es la misma: se trata de grupos de personas que se organizan con el fin de realizar compras regulares (principalmente de alimentos, pero también de otros productos) con criterios “verdes”. Se valora que se trate de productos ecológicos, artesanos y locales y se procura comprar de forma directa a los productores, evitando intermediarios.

Pertenecer a un grupo de ecoconsumo proporciona evidentes ventajas a quienes desean practicar un consumo más ecológico, responsable y transformador. Estas son las más destacadas:

  • Apuntalar el hábito de la compra verde: en los grupos de ecoconsumo la adquisición de productos “eco” se realiza de forma periódica y rutinaria. De esta forma, el cambio en las pautas de consumo se hace regular y el consumo verde pasa a ser un hábito que no exige de dosis extraordinarias de energía o voluntad.
  • Conseguir buenos productos a buenos precios: el grupo selecciona los productos que va a adquirir, sopesando criterios como la calidad, la producción de cercanía y de temporada, el menor impacto ambiental … de la forma que el propio grupo decide. Y, por otra parte, la relación directa con los productores, evitando intermediarios, permite lograr precios justos para quienes producen y asequibles para quienes consumen. La relación estable entre productores y consumidores hace posible también que los productos puedan llegar al consumidor en el momento adecuado.
  • Apoyar a productores con compromiso social y ambiental: los grupos de ecoconsumo benefician a los productores, que logran una demanda más predecible, unos precios más justos, unos pagos más rápidos y en efectivo, un menor esfuerzo en márketing y distribución o la comercialización de productos que, por su tamaño o aspecto, tienen peor salida en el mercado convencional.
  • Disfrutar y aprender en común: la mayoría de los grupos de ecoconsumo realizan actividades complementarias a la compra y distribución: por ejemplo, degustaciones de productos, talleres de cocina “eco”, visitas a los productores, charlas y debates sobre temas de ecoconsumo…
  • Compartir las decisiones y las responsabilidades: los grupos de ecoconsumo tienen un carácter participativo. Las cosas no se nos dan “hechas”; las decisiones se toman de forma democrática; las responsabilidades se comparten… En ese sentido pueden considerarse auténticas escuelas de participación.
  • Nueva relación entre productores y consumidores: a través de la innovación, la cooperación y la responsabilidad compartida, los grupos de consumo ecológico están explorando y haciendo realidad nuevas formas de relación entre productores y consumidores. Fórmulas que no funcionan a golpe de subvención o de moda pasajera… Algunos grupos tienen trayectorias de más de 20 años, demostrando que “otra relación es posible”.

Las tres fórmulas más habituales de compra y distribución en el seno de los grupos de ecoconsumo son éstas:

  1. Bajo pedido: los integrantes del grupo realizan sus pedidos a partir de la oferta que hacen llegar periódicamente los productores. Éstos realizan las entregas al grupo, que se encarga del reparto.
  2. Cesta básica: los productores realizan una selección de alimentos -"la cesta"- que se distribuye a los participantes -unidades familiares, hogares- de forma periódica -semanal o quincenal-. Los alimentos se recolectan a menudo el día anterior a su entrega y el consumo se ajusta mejor a la producción disponible en cada momento.
  3. Puesto o tienda: el grupo cuenta con un local (puesto en un mercado, tienda, supermercado) en el que los socios pueden encontrar los productos disponibles y comprar aquello que necesiten.

Los grupos de ecoconsumo han adoptado fórmulas organizativas diversas, adaptadas a las circunstancias, a las necesidades y deseos de los socios y socias... Algunos grupos establecen turnos rotatorios, de forma que cada quincena o cada mes un integrante del grupo se encarga de gestionar las compras de todos los participantes. En otros grupos se reparte la responsabilidad por productos, de forma que una se encarga, por ejemplo, de la compra del aceite ecológico, otro de los huevos y otra de la verdura. Finalmente, en otros grupos, hay un gestor “fijo” que se encarga de esas tareas y recibe algún tipo de remuneración o compensación.

Para formar parte de un grupo de eco-consumo  hay dos opciones básicas: incorporarse a un grupo ya existente o crear uno nuevo.

Los grupos de consumo han florecido en los últimos años y se encuentran en todas las provincias y en las principales ciudades españolas. Para conocer su ubicación, sus características y datos de contacto se puede recurrir a algunas recopilaciones disponibles:

Para formar un grupo, sólo se necesitan unos pocos amigos, vecinos o familiares que quieran realizar compras en común bajo criterios “eco” y algún producto que adquirir… ¿Aceite ecológico? ¿Verdura de temporada? ¿Arroces y pastas “bio”? Eso ya es cosa de cada cual… La experiencia merece la pena. 

Información y fuente:  Blog Hogares Verdes

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