El 90% de docentes quiere más presencia de educación ambiental y el 17% una asignatura específica, según un estudio

Encuesta de Educación Ambiental 2019. 349 docentes de toda España opinan sobre el estado de la enseñanza del medio ambiente en las escuelas españolas

Julio/Agosto 2019

Los resultados forman parte de un estudio sobre un educación ambiental realizado por el periódico MAGISTERIO para Naturaliza, el proyecto de educación ambiental de Ecoembes. Su objetivo es acercarse a la visión que tienen los docentes sobre el estado y la importancia de la educación ambiental en los centros educativos en España. A esta encuesta han respondido 349 profesores y profesoras de todas las etapas educativas, de centros públicos, privados y concertados, y de todas las comunidades autónomas.

La primera conclusión que se desprende de este estudio es el enorme interés que muestran los docentes por estos contenidos, cuya importancia sitúan por encima de los relacionados con el emprendimiento o las artes y expresiones culturales, y casi al mismo nivel que la digitalización y la ciencia y tecnología. Una opinión que comparten, con mayor convicción, los propios alumnos, o al menos así lo perciben los profesores.

La presencia de la educación ambiental en el currículo escolar de todos los niveles aprueba por los pelos en este estudio (2,57 sobre 5), aunque en Secundaria y Bachillerato el aprobado se convierte en suspenso. La diferencia puede atribuirse a la costumbre de asociar la naturaleza a las actividades no curriculares de Infantil y primeros cursos de Primaria, mientras en Secundaria y Bachillerato los profesores se enfrentan a una menor flexibilidad de formatos académicos y los perfiles docentes son más especializados y excluyentes.

Por otra parte, para el 91% de los encuestados, la educación ambiental debería ser una de las competencias clave dentro de las leyes de Educación para dar respuesta a las necesidades de la sociedad actual. La mayoría de los docentes (73%) se inclinan por un modelo trasversal, es decir, prefieren que sus contenidos estén presentes a lo largo de toda la ruta académica y no restringidos a una sola asignatura (17%). Sin embargo, tanto en un grupo como en el otro son muchos los que ven compatibles ambas opciones.

Este estudio indica también que existen proyectos concretos en marcha en los centros educativos de los encuestados diseñados para la trasversalidad, aunque inicialmente arranquen en cursos y etapas concretos. Los profesores detectan carencias en la formación específica en cuestiones de educación ambiental, con una puntuación de 2,7 sobre 5. En definitiva, los profesores creen que no cuentan con los recursos formativos necesarios para impartir contenidos de educación ambiental en la escuela, y echan de menos instrumentos para prepararse mejor.

En cuanto a la metodología didáctica, la inmensa mayoría de los encuestados (4,1 sobre 5) cree que las técnicas innovadoras son las más útiles y adecuadas para impulsar la educación ambiental en las aulas. Idéntica puntuación recibe la propuesta de que estos métodos sean, además, participativos. Y mayor todavía es el consenso (4,5 sobre 5) sobre la necesidad de incluir actividades al aire libre para potenciar la sensibilidad de los alumnos por el cuidado de la naturaleza.

Finalmente, los docentes juzgan como “decisivos” (4,5 sobre 5) el respaldo del centro y la implicación de los profesores para llevar a cabo proyectos en este sentido. Sin embargo, son muy pocas las respuestas que asocian la docencia ideal de la educación ambiental al impulso y esfuerzo personal de un solo profesor; un modelo que parece pertenecer ya al pasado.

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